Luis Marchal

Llegué a Clínicas J. Cuenca tras la recomendación de una amiga periodista. En la primera sesión, no paré de pensar en que tienen unas manos prodigiosas. Estoy operado de la espalda y tengo una prótesis en la lumbar L1, por lo que necesito cuidarme. Su equipo se esmeró en el tratamiento, con la precaución que mi lesión necesita. Intentaron solucionar el problema desde el primer momento y da buenos consejos para cuidarse. Desde entonces, se han convertido en mi fisio de cabecera.

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